¿Solución o bomba de tiempo? Expertos advierten los riesgos de “legalizar” los arrancones en Puebla

Puebla, Pue. 26 de noviembre de 2025. Recientemente, autoridades estatales propusieron habilitar espacios formales para las carreras de autos —los llamados “arrancones”— como alternativa para reducir las competencias clandestinas que ponen en riesgo la vida de conductores y peatones. Sin embargo, especialistas en seguridad vial advierten que esta medida podría agravar el problema, pues legalizar las carreras podría incentivar su expansión, legitimar otras conductas de riesgo y trasladar el problema a nuevas vialidades.

En los últimos meses, Puebla ha registrado múltiples operativos contra arrancones: por ejemplo, en agosto se aseguraron 16 vehículos en la Vía Atlixcáyotl, identificada como uno de los principales puntos de concentración. En dicho operativo participaron autoridades estatales y municipales, que retiraron los autos al corralón e impusieron sanciones conforme al reglamento.

El argumento de los promotores del cambio señala que disponer de un espacio controlado —como el autódromo del municipio de Amozoc— permitiría practicar carreras sin obstruir vialidades públicas y con condiciones de seguridad técnica. Según titulares de gobierno, la primera carrera regulada podría realizarse a partir de diciembre.

No obstante, los defensores de la restricción total advierten que este enfoque ignora la naturaleza del problema: el riesgo no radica únicamente en el lugar, sino en la cultura de velocidad, la conducta imprudente y la irresponsabilidad de muchos participantes. Si se “normaliza” la práctica, señalan, puede haber rebote: aumento de jóvenes interesados, más autos modificados, menos conciencia de riesgo y un desliz hacia maniobras peligrosas fuera del espacio autorizado.

Además, recientes accidentes dramáticos han evidenciado las consecuencias: fatalidades, heridos, autos de lujo destruidos y daños a terceros. Las sanciones actuales por participar en arrancones en vía pública —aunque significativas— no han logrado erradicar el fenómeno; muchos participantes consideran que vale la pena el riesgo.