Migrantes zacatecanos envían 67 millones de dólares al año, pero la crisis migratoria pone en riesgo ese flujo
- N. Poblana
- hace 6 días
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Puebla, Pue. 19 de diciembre de 2025. La comunidad zacatecana radicada en Estados Unidos continúa siendo un motor importante de remesas hacia su estado de origen, con envíos que, según estimaciones, pueden superar 67 millones de dólares anuales, una cifra que refleja el esfuerzo de los migrantes por apoyar a sus familias y comunidades. Sin embargo, esta dinámica enfrenta presiones significativas debido a la desaceleración en el flujo de remesas a nivel nacional y las condiciones económicas y migratorias en Estados Unidos.
Durante gran parte de 2025, los ingresos por remesas en México han mostrado una tendencia a la baja: entre enero y septiembre se acumularon alrededor de 45 681 millones de dólares, lo que representó una caída anual de 5.5 % respecto al mismo periodo del año anterior, según datos del Banco de México. Esta contracción —la primera negativa para un periodo similar desde 2013— se ha atribuido en parte a la disminución del empleo, la incertidumbre laboral y las políticas migratorias más estrictas en Estados Unidos, que limitan la capacidad de los migrantes para enviar dinero a sus familias.

En el caso específico de Zacatecas, tradicionalmente uno de los estados con una fuerte cultura migrante y gran dependencia de los remesadores, las cifras también muestran una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los recursos recibidos, aunque en algunos meses la caída ha sido menos pronunciada en comparación con otras entidades. Esta situación genera preocupación entre analistas y autoridades, ya que una disminución sostenida en los envíos podría restar liquidez a economías locales que dependen de ese ingreso externo para consumo familiar, educación o inversión en pequeños negocios.
Además de los factores económicos, las políticas migratorias y operativos en Estados Unidos, como las redadas y posibles cambios regulatorios, han generado un clima de preocupación entre los migrantes zacatecanos, lo que puede traducirse en menor disposición a trabajar o enviar remesas por temor a ser detenidos o deportados. Estos elementos, junto con la creciente volatilidad del mercado laboral norteamericano, son vistos como riesgos que podrían profundizar la caída en los envíos de dinero en 2026, impactando tanto a familias como a la economía del estado.






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